Overtreding geheimhoudingsbeding leidt tot ontslag

El incumplimiento de la cláusula de confidencialidad provoca el despido

Un directivo tiene un contrato de trabajo que contiene una cláusula de confidencialidad con cláusula penal. Rescinde su contrato de trabajo para incorporarse a un competidor potencial. Su antiguo jefe ya trabaja allí. Le envía un archivo con las ventas mensuales de cada tienda. Esto sale a la luz por accidente y se produce el despido inmediato.

¿Cómo sale a la luz el correo?
Durante una conversación previa a la contratación con el posible empleador, se habló de robar información. Accidentalmente, esta conversación se convirtió en una llamada de bolsillo y quedó grabada en el buzón de voz de un colega del antiguo empleador. Ese colega lo reenvió internamente. Una investigación comprobó el buzón profesional del directivo y reveló el correo electrónico enviado con el expediente de rotación.

Consideraciones sobre los tribunales de distrito
El tribunal de distrito consideró que, al enviar el correo electrónico, el directivo había incumplido la cláusula de confidencialidad. El correo electrónico contenía información confidencial y sensible desde el punto de vista empresarial de la que tuvo conocimiento en el ejercicio de sus funciones. Al enviar el correo electrónico, esos datos llegaron a manos de un tercero. El envío de tales datos a un tercero constituye un motivo urgente de despido.

Es evidente que dicha información debería haber permanecido en el ámbito empresarial y familiar del empresario. También es un factor aquí que el empleador tenga una política clara cuando se trata de proteger su información confidencial y de secreto comercial, como se describe en un Código de Ética.

El tribunal de distrito no considera que el hecho de que el gerente pudiera haber enviado estos datos por correo electrónico por error, como argumentó, sea significativo de la existencia de un motivo urgente. Al fin y al cabo, un despido sumario no requiere intencionalidad ni culpabilidad. Por tanto, un error por descuido también puede constituir un motivo urgente. Además, el tribunal de distrito no consideró plausible que el directivo en este caso enviara los datos por error.

El hecho de que el antiguo directivo borrara rápidamente los datos recibidos y no se siguieran difundiendo en la otra empresa no altera el hecho de que estos datos se tomaron fuera del entorno empresarial del empresario y esta acción del directivo puede ser muy reprochada por el empresario.

Además, para el tribunal de distrito, responder a la pregunta de si la otra empresa debe o no considerarse competidora es irrelevante. Lo que importa es que, al enviar su correo electrónico, el directivo reveló información confidencial y sensible para la empresa, y ese solo hecho lo convierte en un motivo urgente.

Conclusión tribunal de distrito
El tribunal de distrito consideró que el despido en cuestión era jurídicamente válido. La conducta del gerente no sólo constituye un motivo de urgencia, sino que además es gravemente culpable. Por lo tanto, no procede ninguna indemnización transitoria. El gerente incumplió la cláusula de confidencialidad y, por tanto, debe la multa acordada de 4.500 euros.

Nota: Además de la cláusula de confidencialidad acordada, el tribunal también considera en su sentencia la existencia de una política sobre este punto en forma de Código Ético del empleador.